-Elizabeth!! Grito y corrió mi amiga Rosie a saludarme, a mí también me daba gusto verla, ya era casi de noche, por lo que solo unas cuantas personas se encontraban en el lugar pidiendo informes, mi supervisor, nos daba la buena noticia que mañana íbamos a ir a Six Flags a llevar a los niños de paseo, así que teníamos que llegar temprano al día siguiente.
-Quiero platicarte lo que me ha pasado. – me decía Rosie
-¿Qué te parece si te quedas a dormir hoy en mi departamento?, así podremos platicar de todo lo que nos ha ocurrido.
-Me parece bien, iré por ropa a mi casa y te veo allá. –me comentaba Rosie emocionada
Me adelante a alistar cosas para recibir a mi amiga, prepare unos sándwiches y en lo que llegaba prendí la televisión un momento, al cambiar rápido de canales me topé con un programa de entrevistas bastante trivial, en donde no me sorprendía ver a Joanna. Traía un vestido corto, escote pronunciado y mostraba sus mejores poses cada vez que la cámara la tomaba.
En el pedazo de entrevista que vi comentaban:
Entrevistador¿Dinos cómo han llevado su relación hasta este momento?
Joanna: Michael y yo estamos enamorados y en estos días hemos estado más juntos que nunca.
Entrevistador: Ha habido rumores que dicen que se le vio a Michael Jackson en Italia en compañía de alguien, ¿es verdad?.
Joanna: Este..ejem.. ah si, Italia, como olvidar esa maravillosa ciudad, era yo por supuesto ¿Quién más?, si hubiera otra persona diciendo que fue ella, son mentiras.
Ya no quise ver y escuchar más falsedades, arrugue la nariz en tono de desagrado y mejor la apague, no me importaba. Joanna podía crearse su fantasía pero nada iba a cambiar la verdad. En eso tocaron a mi puerta, era Rosie que había llegado.
Nos cambiamos por nuestras pijamas y en la sala nos acomodamos en los sillones, comiendo sándwiches, me platicó de Alex que habían estado saliendo en planes más serios, eso me dio gusto, después le platique del fin de semana fantástico que había pasado, desde el hermoso arreglo de flores que Michael me dio, que habíamos cantado juntos, la fiesta, nuestro primer beso, Italia, lo sucedido en la suite, mi platica con Mario y de Sal y Joanna.
-Amiga, eso es vivir un sueño estando despierta, se nota que Michael te quiere y no deseo más que felicidad para ti.
-Gracias Rosie. –Le dije mientras daba un mordisco a mi sándwich y sonreia .
-¿Y qué piensas de Joanna?, ¿crees que va a resultar todo lo que hace?
-No pienso en ella, solo busca atención de la prensa y de Michael, pero si él quisiera estar con ella lo haría, uno está con quien quiere. –le decía mientras ponía mis pies en el respaldo del sillón y mi cabeza tocaba casi el suelo, poniéndome de cabeza por diversión y por resultarme cómoda esa posición.
-Elizabeth, me gustaría tener tu confianza, si yo fuera tú ya estaría seguramente en las Vegas, cuidándolo.
-No me considero celosa, tengo confianza en él y en mí, la vida debería ser simple, no complicada. –Le dije, riendo estrepitosamente.
-¿Pero no crees que deberías llamarlo?, ¿o algo así?, ¿ya te llamo? –me decía con cara de preocupación.
-Rosie .Le hablaba mientras volteaba y me acercaba a ella. -Te preocupas demasiado, yo ni siquiera siento la más mínima parte de eso, si no me ha llamado estará ocupado y es todo, pero te puedo prometer algo.
-¿Qué amiga? .-me pregunto Rosie con mucha curiosidad.
-Mira, él me ha dado muchas sorpresas, te prometo pensar y tal vez vaya a Las Vegas a sorprenderlo por un momento, una visita nada más, si él tiene tiempo lo invitare a cenar ahora me tocaría a mí, sería lo justo, tampoco no quisiera molestarlo demasiado en su trabajo.
-Si, piénsalo, no creo nada que le moleste, sino todo lo contrario estará feliz de verte, lo sé.
Con el transcurso de la noche seguíamos platicando y riendo hasta que el sueño nos alcanzo.
La madrugada llegaba y con ello el alboroto de los niños, listos para salir a Six Flags que se encontraba a 30 min. al norte de los Ángeles, había montañas rusas en el lugar, jamás había subido a una, de solo verlas me daba vértigo, pero por los niños y viendo su emoción me anime a subir, me divertía mucho y con cada risa me acordaba de Michael, lo extrañaba.
Escuchar a los niños felices era una dicha enorme, si viéramos la vida más simple, sin prejuicios, con más capacidad de asombro, disfrutando del día al día tal como lo hace un niño todo sería mejor -meditaba. Vi subirse a Rosie y a Alex juntos a una de las montañas rusas, se tomaban de las manos, se veían felices. Ojala pudiera hacer lo mismo con Michael en este momento.
George el niño que tiempo atrás me había avisado del regalo que me llego a la fundación, del gran oso. Se me acercó y yo lo abrace.
-Con su bello rostro me veía y después me preguntó: -¿qué tienes Elizabeth?. –los niños suelen ser muy perspicaces, se dan cuenta de muchas cosas.
-Pues, lo que sucede es que extraño a alguien. –le dije, sonriendo.
-Ahh! .-me contestó, se quedó un rato callado, viendo a los niños divertirse, después volteo y me dijo:
-¿porqué no lo ves? –me daba una respuesta muy sencilla.
-Tienes toda la razón- le dije, le di un beso, él me sonrió y se fue a jugar, sintiéndose satisfecho de haberme ayudado.
Los niños no se complican nada.- Pensaba, así fue de sencillo, si lo extraño entonces ¿porqué no lo veo?, Comprare un boleto y viajare a las vegas. Lo voy a sorprender.
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario