Tres semanas habían transcurrido desde aquel día, y entre la fundación y las columnas que mandaba al periódico había estado algo ocupada, pero no me olvidaba nunca de aquel día..Esa mañana en la fundación, el reloj casi apuntaba las 12 pm, y como era mi momento de descanso me dirigí a la cafetería a comer un poco de fruta que llevaba, Rosie mi mejor amiga había llegado a hacerme compañia y como todos los días desde que le platique mi experiencia en Neverland y con Michael siempre quería que le contara de nuevo la historia, ella es muy romántica y simpática, yo la quiero mucho..
- Elizabeth, hola ¿como estas? amiga por favor platícame de nuevo la historia, es tan inverosímil, tan romántica..
-Pero si te la he contado miles de veces, jaja pero a ti te la cuento cuantas veces quieras..
Alex mi otro amigo llegaba para reunirse con nosotras..
- Hola chicas, ¿cómo están? no me digas, de nuevo quiere Rosie que le cuentes la historia, (poniendo sus manos en la cabeza) ¿me equivoco?
A Rosie le encantaba Alex pero no se atrevía a decirle nada..
-Si Alex así es, pero la verdad no me cansare nunca de contarla, de verdad..
- Dime amiga, que pasará ¿si no lo vuelves a ver?, ¿si no te llama?-. poniéndome una enorme cara de tristeza
-No me pongas esa cara de tristeza amiga, mira ya lo he pensado y la verdad no tengo más que darle gracias a la vida por haberme dejado estar cerca de alguien tan especial de haber vivido aquel bello día, es algo que agradeceré siempre, y si no lo vuelvo a ver se quedará en mis mejores recuerdos, lo decía al mismo tiempo que ponía una pequeña sonrisa en mis labios y daba otro bocado a mi fruta..
- Pero sería fantástico que se volvieran a ver, te veías tan contenta al día siguiente que me platicaste y así quiero verte siempre..
- Amiga, eres la mejor-. Le daba un fuerte abrazo, pero estoy bien de verdad, muy contenta. En eso George un tierno niño de 5 años que visitaba continuamente el lugar se acerco a mí, cuando estuvo lo suficientemente cerca le exclamé
- George mi amor, dame un abrazo y un beso-. Le decía mientras lo sentaba en mis piernas-. -Dime George ¿que puedo hacer por ti?-.El era muy tímido por lo que con su dedito apuntó hacia la entrada del lugar.
- ¿Qué pasa George? ¿ya te tienes que ir?
y movio su cabeza a los lados en gesto negativo, se acerco a mi oído y susurro-. - un regalo.
- ¿Te llegó un regalo?.- poniéndole una cara de sorpresa y le salió una encantadora carcajada y de nuevo en mi oído menciono
- Es para ti-.
Rosie que alcanzó a oir esas palabras, se entusiasmo tanto que de golpe ya estaba parada a un lado de mí para correr a verlo
-vamos amiga-. A lo mejor es de Michael.
-Pero Rosie tranquila, si hasta parece que te lo trajeron a ti-. Se reía Alex
-Muy bien vamos a la entrada pero George me va a llevar, ¿me acompañas? y dándome su manita, empezamos a caminar a su ritmo, a Rosie se le hizo largo llegar hasta la entrada, !vamos! alzaba la voz.
!WOW!, pero que gran sorpresa cuando llegamos, era un enorme oso de felpa con un gran moño rojo atado a su cuello..
Estaba tan feliz, y los niños gritaban de alegría alrededor mío para que les prestara mi hermoso oso, camine hacia el oso y en el moño había una tarjeta que al leerla decía lo siguiente:
"Para: Elizabeth, De: Michael, muy pronto nos volveremos a ver"
Eso ya era suficiente para mí, los niños seguían brincando alrededor del oso..
- Esta bien, está bien !!se los voy a prestar!!-. vociferé entusiasmada.
-!!Siii!!-. gritaron los niños
-!Pero me lo van a cuidar!, les dije mientras me sonreía..
Yo me encargo de eso me dijo Alex, y cargando al gran oso lo llevo a uno de los salones, los niños lo seguían.
Karen la recepcionista se acercó a decirme que por favor le firmara al mensajero que ya se tenía que ir y que también acababa de recibir una llamada..Una llamada,¿pero quien me llamará? pensaba y casi al mismo tiempo como si leyera mi pensamiento,
Rosie dijo
-Si, será Michael, y te llama aquí, contesta amiga-. Cuando fuí a contestar, era mi mamá para mencionarme que se iba a Nueva York por asuntos de una reunión y se ausentaría unos días..me alegre por ella y me decepcione un poco, pero estaba tan feliz por mi oso.
Voltee a firmar la entrega, pero mi asombro ya no era el oso, sino que aquel mensajero que al voltearse y quitarse la gorra resulto ser.. si, era !Michael! era él.. eso me dejo boquiabierta..venia disfrazado de mensajero y él mismo me llevo el regalo.. quede atónita..al voltearse..me miró a los ojos, con esa tierna sonrisa.
-Hola Elizabeth, te dije que pronto nos volveríamos a ver-.yo seguía perpleja y contenta, así nos quedamos un momento viéndonos fijamente, emocionados de estar juntos de nuevo..jamás tuve mejor sorpresa..era tan lindo, creo que me estoy enamorando...
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario