CAP. 69

Brisa del mar que acaricia nuestros sueños, calor tropical que cobija nuestras ilusiones, que nuestro amor se cuenta como granos de arena, vasto e infinito.
Mirando el cielo se que faltan dos estrellas, las más brillantes, y eso lo sé porqué están en tu mirada.
Duerme amor, que a tu lado estaré..
Duerme amor, que una noche de tranquilidad abrazare para ti…

Aún no salían los primeros rayos del sol y desperté de improviso.
Michael no se encontraba a mi lado, descalza y en pijama, busque dentro de la cabaña, por todos los rincones.
Al asomarme por la ventana lo vi sentado a la orilla del mar, tome una enorme cobija y sentándome junto a él, nos tapamos con ella, dispuestos a observar el naciente nuevo día.

Michael suspiro, giró a verme y pronunció unas palabras en un tono melancólico.
-Los momentos más exitosos que he tenido en mi carrera también han sido los más solitarios, me veo rodeado de maravillosas y animadas personas cuando recorro el mundo, y aún así me siento extremadamente solo aún después de cada concierto, pero contigo Elizabeth, siento que de nuevo estoy acompañado, que me comprendes y estos días me he sentido feliz.

Lo miré llenándome de esa ternura que solo sus ojos expedían para mí, sonreí, lo besé y lo abracé como nunca, sabía de que hablaba, también había sentido esa soledad, pero ya no más, me sentía palpitar toda de nuevo estando a su lado.

Después del maravilloso espectáculo que el amanecer nos regalo, corrimos para alistar nuestras pertenencias, listos para irnos.

-¿A dónde iremos?-. alzaba las cejas, dejando caer la mirada, bajando las comisuras de los labios.
Michael reía con fuerza.

-No, no, esa carita de nuevo-. Sin dejar de reír-. –la última vez me dejaste convencer en probarme unos pantalones dorados que debo decir que hay planes para ellos próximamente.

Me acerqué más sin quitar la expresión.
Michael me quitó un mechón de cabello que caía sobre mi frente, y lo acomodaba acariciando todo mi cabello.

-Está bien, te lo diré, haremos un viaje por carretera hasta Neverland, yo conduciré, solo nosotros dos, nos detendremos en sitios turísticos, bosques, parques…

No había terminado de hablar cuando me abalancé sobre su cuello, era una idea formidable, ni tan siquiera me detuve en preguntar si era bueno manejando, aunque ahora que lo pienso debí de haberlo hecho.

¿De verdad iríamos solos? Parecía que sí, Michael se había puesto un disfraz con el cual era totalmente irreconocible.

Era mediodía y estábamos listos para emprender la marcha, el día nos regalaba la temperatura ideal, el cielo sumamente despejado. Nos colocamos nuestros lentes oscuros.

El auto era un hermoso porsche convertible descapotable, color azul metálico de 1965, le gustaban los clásicos y como clásico, no era automático.

Lo vi tener unos problemas para arrancar, y meter las velocidades, sin mucho éxito.
-Michael, ¿no quisieras que yo manejara?

-Linda, confía en mí, si deseas nos turnaremos para manejar, me besó en la mejilla.

Pero yo continuaba nerviosa, agarrando mis dedos. Ajuste lo mejor que pude el cinturón de seguridad.
Hizo jalar el carro, pero hacia atrás.
-Michael! Vamos en reversa!-. Grité eufórica, le rozó a un tráiler.

Pero el continuaba con un semblante pasivo y alegre.
-Espera-. Metió el freno de golpe.

El cinturón de seguridad detuvo que me impactará hacia delante, no dije nada, ningún gesto, respira Elizabeth me decía hacia mis adentros, él puede hacerlo, confió en él.

Otro intento más, y arrancó de nuevo, metió primera, miró hacia atrás que no vinieran autos y emprendimos la marcha, cada cinco minutos Michael metía freno y velocidad, así estuvimos alrededor de 20 minutos, empezaba a marearme, pero seguía confiando en él y con mi mejor sonrisa.

Hasta que por fin, logró controlarlo mejor.
-Hey! grito Michael sacando un poco la cabeza por la ventana, esto es divertido, iré más rápido, ¿si?
Asentí la cabeza con nervios, tratando de ajustar el cinturón lo mejor que pude.
El viento volaba nuestros cabellos con las ventanillas abajo, me sentía que estaba en uno de esos carros chocones de disneylandia, sacándole la vuelta a los autos que iban demasiado lento. Le pasaba muy cerca a algunas camionetas.

No vayas a chocar, por favor, rezaba en mi mente.
Para aligerar un poco mi presión saque un cd.

-¿Qué disco es linda?-. Preguntó sin quitar la mirada de la carretera.

-Thriller-. Conteste con entusiasmo-. Y pondré la canción de wanna be starting something

Volteó a sonreírme, apretó un botón y la capota del carro se abrió, retrocediendo el techo hacia atrás, dándonos más vista del paisaje, el viento soplaba con intensidad en nuestras caras y pisó aún más el acelerador.
Cantando y bailando en nuestros asiento, ahora si disfrutaba plenamente.
Este viaje va a ser increíble.
Algunos carros pasaban a nuestro lado tocando las bocinas, señalando el pulgar hacia arriba, mostrando su agrado con la canción que llevábamos con el volumen alto.

I said you wanna be startin' somethin'
You got to be startin' somethin'
I said you wanna be startin' somethin'
You got to be startin' somethin'

Michael era más libre que nunca, con el mapa en mis manos le mostraba las mejores rutas hasta llegar a la primera parada.

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Les agradezco con el corazón cada comentario que me dejan, me animan mucho y con ese animo seguire dando lo mejor en cada capitulo...
son unicos y les agradezco que les agrade la historia..
les mando un beso y deseo que esten muy bien..
y de nuevo, muchisimas gracias..
LIZ