“Aquel día decidí cambiar muchas cosas
Aquel día comprendí que los sueños
Son solamente para hacerse realidad,
Desde aquel día ya no duermo para descansar
Ahora solamente duermo para soñar”

Walt Disney


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CAP. 34

sábado, 19 de junio de 2010


Michael vaciló un poco al querer dar un paso hacía mi, solo bastó que le mostrara una mirada de aprobación, para que continuara, ponía lentamente un pie delante del otro, sin quitar de mi esa mirada que sentía que me quemaba era muy intensa, el calor que ya existía en el ambiente, se volvía más abrasador cada vez.

La canción continuaba escuchándose y se volvía cómplice del momento, el tacón de sus zapatos retumbaban más a medida que se acercaba, su playera ya estaba húmeda, mi vestido aún no, pero no tardaría. Mi cabello era el que se apreciaba algo mojado.

De nuevo observaba ese semblante de seguridad como cuando me dio el primer beso, pero sabía que esta vez no sería tan tierno.

Continuó caminando hasta pararse a escasos centímetros de mí, de momento pensé en arrojarme a su cuello y abrazarlo, pero no lo hice, mordí mi labio de forma maliciosa, continué inmóvil, coloqué las manos detrás de mí espalda, lo miré fijamente y esperé sus movimientos.

Su aliento cálido lo sentía en mi rostro, Michael se dio cuenta de lo que yo estaba haciendo, por lo que se acercó un poco más, abrió las palmas de sus manos y rozaba mis brazos a escasos milímetros sin llegar a tocarlos totalmente, aún así mi piel reacciono, quería mantener mi postura de no moverme, así que espere un poco más, Michael acercó sus labios a mi rostro con el mismo movimiento, los paso cerca, demasiado sin tocarme, hasta detenerse en mis labios.

Sonrió y me sacó lentamente mis manos y las colocó alrededor de su cuello, el peso de su cuerpo lo presiono sobre el mío, era suficiente, me rendí y me deje llevar, la humedad dulce que emanaba de sus labios, se mezclaba con las gotas de sudor que surgía de cada uno de nuestros poros, bajo lento por mi rostro hasta llegar a mi cuello, sus besos los hacía muy pausados y profundos, no podía más que exhalar un poco cada vez. Sintiéndome excitada.

No me reconocía, pero Michael me hacía sentir deseos y emociones en mi interior que jamás había experimentado y me gustaba.

Se detuvo solo un momento para decirme “te quiero” en mi oído susurrando.
Yo lo mire a los ojos y con la voz suave y baja le respondí “yo también te quiero”.

Nuestros labios se encontraron para acariciarse más intensamente, mis manos pasaban por su espalda y resbalaban en sus brazos por la humedad que teníamos, él ponía sus manos con cierta fuerza en mi cintura asegurándose de que continuara amoldada a su cuerpo, su fragancia era embriagante solo podía cerrar los ojos para sentirlo, su rodilla rozaba en mi pierna, la adrenalina subía imparable, totalmente desconectados de lo demás. Ahí aprisionada entre la pared y él, nos besábamos con intenso placer, su lengua se materializaba grata, sintiendo su frescura en la mía.

Escuchamos un ruido seco, cerca de la puerta que nos despertó de nuestro mundo.

Corrimos a un cuarto cerca y nos sentamos en el piso, escuchamos una voz.

-Michael, ¿estás aquí?, ya estamos listos para continuar. -¿Michael?.Decía un asistente
La voz se alejo y nos miramos decepcionados.

Ni tan siquiera nos nacía reírnos de aquello.

-Linda, aún no he terminado de grabar, quisiera quedarme aquí contigo solamente.

-No te preocupes, tienes que ir a trabajar, ya habrá otro momento para quedarnos a solas, o salir a algún lado.

Hice una pequeña mueca de frustración, mientras bajaba la mirada.

-Elizabeth, mírame. Me decía en tono serio.
Levante la mirada a verlo

-No te quiero dejar así triste, porque si no me iría triste yo también.
Yo no quería eso. Esboce una torpe sonrisa.

-No, esa no es una sonrisa real-. Frunció el ceño mientras meneaba la cabeza en desaprobación
Se me ocurrió entonces hacerle una cara divertida y Michael relajo el seño y rió un poco, mirándome extrañado. Puse otra cara más bromista aún y él termino por reír plenamente.

Por fin nos echamos nuestra mejor carcajada del día. El amor que sentía por Michael iba más allá que el deseo de sentir su piel sobre la mía, lo quería por lo que él era, y sentía en su mirada el mismo sentimiento hacia mí.

-Te quiero linda.- me ayudo a pararme, me dio un beso y se marcho a continuar con las grabaciones.

Yo salía detrás de él, cuando escuche un ruido en un cuarto al fondo. Pensé que era mi imaginación, cuando gire para dirigirme de nuevo a la puerta, escuche.

-Elizabeth..ven.

¿Quién me hablaba?, ¿el calor me hará escuchar estas cosas?, se escuchaba como eco.
De nuevo la voz.

-Elizabeth..ven.

Me armé de valor y camine para darme la seguridad que solo eran alucinaciones mías, abriría aquella puerta y me daría cuenta de que no hay nadie.

Cada paso que daba sentía un poco de miedo, no sabía porque, trague un poco de saliva.

-¿Quién está ahí?-. Nadie me contestó.

Vi una silueta debajo de la puerta que camino de un lado a otro.

Tal vez alguien me hacia una broma, no podía ser Michael porque él acababa de salir.
Hasta que me detuve frente a la puerta.

1 COMENTARIOS:

Katy dijo...

=O Qieen sera el que llama a Liz....
waaaa no me qiero que dar con la duda =S
pero tengo que irme
espero poder continuar leyendo tu nove mañana ^^
aww me encanta amiga
espero que estes muy bn Liz
cuidate mucho :)
Te quiero...!!!
besitOs

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