“Aquel día decidí cambiar muchas cosas
Aquel día comprendí que los sueños
Son solamente para hacerse realidad,
Desde aquel día ya no duermo para descansar
Ahora solamente duermo para soñar”

Walt Disney


blockquote

CAP. 38

sábado, 19 de junio de 2010


Fue difícil esquivar a los periodistas que me hostigaban con preguntas.

-¿Se van a casar?-. Decía uno

-¿Es verdad que estás embarazada?-. Preguntaba otro

-¿Será cierto que por tú culpa él término su relación con Joanna?

Querían sacarme de mis casillas, no les iba a decir nada.

-Sin comentarios-. Eran las únicas palabras que sacarían de mí.

Entré al periódico dejándolos afuera.

-Elizabeth qué bueno que llegaste el jefe te está esperando en su oficina para hablar contigo-. Decía Lety la recepcionista con una cara larga.

-¿Sucede algo?-. Pregunte intrigada

-No lo sé, pero no se ve muy contento-. Lo dijo susurrando.

Subí las escaleras, iba pensando en todo, mi intuición me decía que algo no estaba bien, cada paso que daba hacia su oficina, sentía como los nervios iban acrecentandose en mi interior.

Toqué

-Adelante-.
Al abrir la puerta, el jefe se encontraba mirando por su ventana con las manos agarradas detrás de su espalda, giro lento, observándome, notaba su molestia.

-¿Porqué no me lo dijiste?.- Aventó un sobre en el escritorio.
Agarre el sobre, lo abrí, contenía fotos de Michael y de mí en la grabación del video, eran varias donde nos veíamos, abrazados, riéndonos, besándonos.

-¿Quién se las dio?.- lo mire seria

-Un anónimo, pero es lo de menos, quiero proponerte un trato, que hables con él y lo convenzas de ofrecernos una entrevista, con eso venderíamos muchos ejemplares.

-También deseo hacerte preguntas, que me cuentes con detalle todo acerca de él y de la relación que sostienen, te pagaría muy bien, que te parecerían
¿medio millón de dólares?.

-No señor, no lo haré, no voy a vender mi vida personal y mucho menos la de él.- aventé las fotos de nuevo hacia él, sin dejarlo de mirar y subiendo el mentón. Tenía una idea de quien las había mandado.

-Está bien, te daré, un millón de dólares y la oportunidad de tener un excelente puesto en el periódico, tendrías el mejor sueldo de todos y es mi última oferta.

-Lo siento, pero estoy renuente con su ofrecimiento-.

-Entonces lo siento por ti Elizabeth, tendré que prescindir de tus servicios si no estás dispuesta a cooperar.- Se volteo de nuevo a la ventana.

-¿Cómo?, ¿prescindir de mis servicios?, ¿me está despidiendo?-. Subí la voz, sin poder dar crédito a lo que escuchaba.

-Así es o cooperas o te vas-. Fue determinante.

-Pues siento mucho escuchar esto, pero si ese es el caso, prefiero irme.- Salí dando un fuerte golpe a la puerta.
Iba tan molesta, caminando a la salida.

-Elizabeth!, ¿Qué paso? ¿Qué te dijo? -. Alcanzó a preguntarme Lety.

-Me despidieron, no trabajare más aquí, pero no me preguntes más, necesito irme a mi casa, me siento mal.
Salí rápido, tantas cosas en tan poco tiempo, otra horda de reporteros me esperaban afuera para seguir haciéndome preguntas sin sentido. Tomé un taxi, esto era demasiado.

Tenía un par de horas de haber llegado a mi departamento sin poder descansar o dormir, cuando tocaron a mi puerta.

Era Janet

Que felicidad me daba verla nuevamente, nos dimos un abrazo y nos acomodamos en la sala con un par de cafés para tomar.

-Me da gusto verte de nuevo Janet.

-A mi igual, ayer vi a Michael y me pidió de favor que viniera a verte, sigue preocupado por ti, pero no te veo muy bien, ¿cómo estás?-. Me miró con esa sonrisa que era similar a la de él. Se me encogió el corazón al verla.

-¿Te digo, cómo estoy?, Sucede que extraño mucho a tu hermano eso me pasa.- Puse mi mentón en el sillón, una mano en mi cabeza haciendo una enorme cara de tristeza.

-Dime ¿cómo esta él?, por favor. Le decía con un tono de voz suplicante.

-Él tiene mucho trabajo, lo he visto tenso, pero también te extraña como no tienes idea, ojala se vean pronto, pero dime ¿qué te ha sucedido?.

Resople

Le conté lo que me había pasado, desde lo de Joanna en el hotel, las llamadas misteriosas, el carro negro, lo de mi reciente despido del trabajo y por supuesto de Sal.

-Ya hallaremos pruebas para incriminarlo, por todo lo que hace y por las cosas que no sabemos-. La escuchaba con una voz calmada que lograba tranquilizarme.

Después la plática paso a otros temas más desenfadados y reíamos, me sentía mejor con su compañía en ese momento.
Un par de horas después Janet se marcho prometiendo volver a vernos.

Tres semanas pasaron desde aquel día, había encontrado otro trabajo en una librería, estar ahí me mantenía ocupada hasta tarde, había días que no alcanzaba a llegar a la fundación, ya no tenía tanta libertad como antes para estar más tiempo con mis niños eso me entristecia, lo positivo era que tenía mis libros favoritos a la mano.

Las llamadas de Michael empezaron a hacer menos frecuentes, platicaba de lo mucho que estaba trabajando y que casi no le daban respiro en todo lo que tenía que hacer, lo escuchaba estresado, trataba de tranquilizarlo.

Por mi parte no había podido dormir bien en esos días, continuaba teniendo pesadillas, cada vez eran peores.

Una noche cuando estaba tratando de dormir, tocaron a la puerta de mi departamento, minutos después los toquidos se hicieron escuchar nuevamente más fuertes, me levante extrañada por la hora, abrí y de inmediato un abrazo fuerte, cálido y conocido se hizo preso de mi cuerpo, por inercia respondí al acto del mismo modo, me había hecho tanta falta, cerré los ojos para sentirlo intensamente, de nuevo estaba aquí y conmigo, el amor de mi vida, mi Michael.

0 COMENTARIOS:

Publicar un comentario

Blog contents © Si lo puedes soñar lo puedes lograr 2010. Blogger Theme by Nymphont.

TOP