
Extendí la cobija en el pasto sentándome sobre ella, miraba un pequeño lago en cuyas aguas parecían contener el brillo de miles de estrellas centelleantes sirviendo de espejo al despejado firmamento, también contemplaba una cascada que caía tintineando sobre este emitiendo una melodía tranquilizadora.
Pero no me quitaba la molestia y la tristeza que sentía, ni varias luciérnagas que con su luz intermitente se paseaban alrededor del paisaje siendo idóneo para dar un espectáculo maravilloso ante mis ojos, pero que no lograba disfrutar plenamente. Escuche unos pasos, no me alarme, al instante Michael se sentó a un lado de mí trayendo otra cobija consigo.
-Pensé que podrías necesitar otro cobertor-. Titubeo en sus palabras.
-¿Me vas a decir que ocurre contigo?-. No vacilé en hablarle en tono serio.
-Yo… emm-. Bajó la mirada.
-¿Sabes? Estas haciendo lo mismo y no lo entiendo, será mejor verte en la cabaña-. Me pare di unos pasos alejándome.
-¡Espera!-. Dando largas zancadas se acercó sujetando mis manos. –TE AMO Elizabeth.- me quede estupefacta, era la primera vez que lo escuchaba pronunciar tales palabras, Michael continuó.
-Jamás lo había sentido por nadie, es un fuerte sentimiento que me supera, no sabía cómo decírtelo, las palabras se atoraron en mi boca y callé, no podía mirarte sin pronunciarlas, quedé estático, ya no sabría vivir sin ti, por favor perdóname-. Sus ojos se tornaron tristes y amorosos al mismo tiempo, esperando mi respuesta.
-Michael, yo te amo también, siento lo mismo que tú, es un sentimiento que tampoco había experimentado por alguien-.
Mi alma dio un vuelco en medio de nuestras afirmaciones. Acaricio mi mejilla, tomó mi mano, regresamos a la cobija, nos sentamos notando que algo estaba a punto de suceder y lo deseábamos, mi corazón palpitaba fuerte, casi podía escuchar el suyo también.
Mordió su labio y sin hablar se acerco, entreabrí los labios para recibir los suyos. Nos abrazamos mientras con lentitud me tendía para acostarme sobre el cobertor, observamos minuciosamente nuestros rostros como si quisiéramos memorizarlos a detalle. Poco a poco le desabotone la camisa, jalándola hacia atrás para quitársela por completo, acaricie su torso y el firme abdomen del cual era poseedor.
Nos desvestimos sin percatarme lo suficiente de ello, estábamos inmersos en intensos y húmedos besos, al final solo la cadenita colgaba de mi cuello, tampoco nos dimos cuenta de la leve brizna de lluvia que caía del cielo refrescando el momento. En nuestra desnudez nuestras manos exploraban sin cesar el cuerpo del otro con total soltura, sus largos dedos me palpaban, deslizándose, buscando conocerme entera, su piel era suave, sin esperar probaba su sabor con mi boca.
Con ese aliento tibio que me embriaga lo posaba en mi silueta, su lengua recorría cada rincón de mi figura encendida, llevándome a excitaciones placenteras que no conocía, sus labios tersos se detuvieron en mis senos tocando sus delicadas formas, siendo gentil y delicado en su contacto. Sentí palpitar aún más abajo de mi vientre, la sangre hervía bajo mis venas, me miró seductoramente, lograba hacerme naufragar en su mirada, mis piernas cedieron para dejarlo entrar en mí ser. Penetraba con cautela, me observaba detenidamente al pendiente de mi expresión, lancé un gemido de mis labios.
-Linda, no te quiero lastimar-. Que bello era, contemplándome preocupado.
Lo último que podría sentir era dolor.
Lo acerque para besarlo. No tardé en sentirlo totalmente dentro de mí, nuestros cuerpos se movían rítmicamente entre besos ansiosos, los pulsos se aceleraban, el calor nos envolvía implacablemente, notaba que algo estaba a punto de explotar en mi interior, mis brazos se asían alrededor de su cuello firmemente.
La sincronía delirante que compartíamos con la presión y el roce constante de nuestras agitadas caderas, se precipitó tornándose más intenso cada vez, moví mis manos para aferrarme a sus hombros fuertemente cerrando los ojos, estábamos excitados al máximo y sin tolerarlo más estallamos en un mar de placer y satisfacción al mismo tiempo, arqueaba mi espalda de la dicha adonde fui transportada junto con él. Nos encontramos sudorosos, expuestos y agitados, la brizna había dejado de caer, cuando la tensión momentánea que había embargado nuestros cuerpos se asentó, Michael apoyó su pecho contra el mío.
Exhalamos para reposar en un abrazo la respiración ajetreada que aún llevábamos, nuestros rostros lucían diferentes, compartíamos un amor espontáneo y natural expresado totalmente sin recelo a través de nuestro contacto físico.
Sin dejarme de abrazar se giró sobre su espalda para quedar acostada en su su torso, alcanzó la otra cobija y nos tapo, con mi pelo ensortijado, él me lo acomodaba haciéndolo hacia atrás, dejando mi rostro libre para besarlo con ímpetu, estremecía totalmente en su contacto y cercanía, podía verme reflejada en sus ojos dentro de ese brillo único.
Me sujeto fuerte entre sus brazos, apoyándome cerca de su cuerpo, estar ahí era sentirme en el mismo paraíso. Mis dedos se incrustaban en su cabello, moviéndose entre sus sedosos rizos.
-¿Tienes frío Elizabeth?-. Susurraba en mi oído.
-No, solo siento felicidad de estar a tu lado.
-¿Podrás amarme siempre, como yo a ti?
-Siempre te amare-.
Erguí un poco la cabeza con deseos de besar su cuello ávidamente, note como lo disfrutaba, tomó mi rostro buscando mis labios para acariciarlos profundamente, percibiendo su piel nuevamente bajo mis manos, su cuerpo era el lienzo, mis dedos pinceles dibujando palabras de amor en él. Su sonrisa me desarmó, haciéndome arder de nuevo y sentimos ansias de hacerlo otra vez.
Lo amaba tanto.
Esta noche nos pertenecíamos, juntos, amándonos cerca de la cascada, de un lugar fantástico, la naturaleza colaboraba con el ambiente apasionado del que nos encontrábamos sumergidos.
De repente sentí un miedo fugaz, perder tanto sería muy duro, aún existían personas dispuestas a separarnos a como diera lugar. Pero la mañana nos traería nuevas sorpresas.
2 COMENTARIOS:
Quien hizo esa foto hee???
dime quien la hizo q le quedo muy bn!!!
jajaja
Hayyyy ese capitulo!!!1 x dios!!!
q recuerdos!!!
cuando lei donde michael dijo te amo me solte en lagrimas, esas letras tienen mucho significado en este momento para mi, alguien me lo dijo y no era cierto esas palabras duraron 20 dias
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