CAP. 83

Esa mañana no fue el más dulce despertar, el trinar de los pájaros parecían taladrarme el cerebro, mi cabeza parecía arder, con mi mano palpe junto a mí en la cama, buscándolo, en ese momento recordé todo lo sucedido anoche, y coloque las palmas de mis manos en la frente, todo mi cuerpo dolía, era la peor resaca del siglo.

La puerta se abrió y alguien recorría las cortinas de par en par, dejando entrar la luz del sol con toda su fuerza.

Una voz dulce se dejó esparcir por la habitación.

-Vamos, es hora de que te levantes, te he traído algo para que te sientas mejor, que esa cruda hay que cortarla.

Me acercaba un brebaje extraño a mis labios, tenía un olor espantoso.
-No tiene muy buen sabor, pero te hará bien.

Abrí los ojos despacio, tratando de que las pupilas se acostumbraran a tanta luz que entraba de repente.
Me senté en la cama con esfuerzo y daba tragos rápidos tratando de evitar el horrendo sabor.

-Gracias Janet-. Trate de sonreír.

-Elizabeth, ayer que llegamos nos imaginamos lo que pudo haber pasado, vimos botellas de licor abiertas, vidrios por el suelo, tú durmiendo sola, mi hermano..

-¿Michael durmió con Zulema?-. La interrumpí preocupada.

-No, ellos durmieron en cuartos separados-. Sentí un enorme alivio al escuchar eso.

-¿Pero qué sucedió exactamente anoche Elizabeth?
Suspire hondo y el brebaje comenzó a surtir efecto.

Levante la mirada hacia Janet.

-Jamás había peleado con tu hermano, no recuerdo haberme enojado tanto con él, no entiendo como él hace las cosas así, sin decirme-. Empuñe las manos arrugando las sabanas entre mis manos, y segundos después las abría de nuevo, baje la mirada, triste y continué hablando-. –Se que no le es fácil confrontar a las personas, pero si lo nuestro terminó, merezco saberlo.

Di otro sorbo a la amarga bebida y las palabras comenzaron a atorarse en mi garganta, callé un momento para evitar sollozar de nuevo.

Sentí el apoyo de Janet cuando me toco el hombro tratando de consolarme.

Respire profundo de nuevo.

-Creo que me dolería escuchar que se dio cuenta que ama a otra persona, pero ¿sabes una cosa? siempre le deseare felicidad a Michael, este con quien sea, porque lo amo.

Me levante, para dirigirme al enorme closet, me cambie de ropa y con la maleta en la mano, estaba lista para irme.

Janet se paró frente a mí.

-Elizabeth, mi hermano y yo nos tenemos confianza en muchas cosas, pero no siempre me cuenta todo, y quisiera ayudarte más, tienes mi amistad y deseo que sigamos en contacto, no qusiera que te fueras así, pero lo entiendo.

Levante las comisuras de mis labios y la abracé.

Avance a la puerta y camine por el largo pasillo, pero una conversación detuvo mi andar, me acerque un poco a la puerta de una habitación para escuchar a Zulema al teléfono.

-Sí, ayer fue maravilloso…. –Claro que estoy totalmente enamorada y él de mí, me lo dijo toda la noche… - Jajaja no se si decirte, está bien, me propuso matrimonio….
-Aun debe arreglar él algunas cosas pendientes..

Fue todo lo que quise escuchar, creo que mejor hubiera preferido que me dijera las cosas de frente.

Tenía el corazón hecho trizas y ni rastros de Michael, mire por todos lado, el pleito ayer fue grande, tal vez temía que fuera a seguir molesta con él.

La verdad deseaba despedirme.

Antes de salir, uno de los sirvientes del hogar detenía mi andar y sin decir nada colocó un sobre en mis manos y se retiró rápidamente.

Deje la maleta en el piso, mi pecho golpeaba fuerte, era de Michael.

Al abrirla decía lo siguiente:

Querida Liz:

Estoy muy triste por la pelea de anoche, quise decirte la verdad pero aún no era tiempo, por favor, si tienes intenciones de irte, aún no lo hagas, espera y esta noche podre decirte todo, antes de la medianoche tendrás noticias, ponte algo formal, y de nuevo te pido que no te vayas, tienes derecho a una explicación y te la daré.

Con amor:

Michael

Que contrariedad, estaba lista para partir, pero esta carta me ponía en aprietos.
Está bien, me quedare una noche más y saber la verdad de una buena vez aunque así doliera.

Levante la maleta y regresé a la habitación, escuche voces y un carro arrancaba, al asomarme por la ventana era Zulema quien partía con su chofer ¿y Michael? Seguro se reunirá con él, en algún lugar.

Salí y mis amigos desayunaban, Nayma yaya parecía verse muy feliz, no quise pensar en los motivos de su felicidad.

Desayune de mala gana, pero los chicos con sus ocurrencias lograban sacarme una sonrisa.
Salimos a pasear, llegué a una tienda a comprarme un vestido y un par de zapatos de tacón.

Cuando miraba el reloj, cada minuto parecía pasar muy lento y debía esperar hasta la noche.

Tic-toc.
Tic-toc.
Tic-toc.

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Hola!!!!
como estan? antes que nada agradecer cada uno de los comentarios que me dejan, me animan mucho.
Tambien disculparme por la demora, esta semana no ha sido muy fácil, pero tratare de subir capitulo más seguido.
Espero que hayan tenido un buen 14 de Febrero, día de la amistad!!
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Gracias!!!!